Para enseñarle su primera prohibición (no entrar a la casa), seguimos el concejo de usar una revista enrollada y golpearla fuerte contra el suelo frente a él cuando trataba de meterse a la casa.
Mozart entendió que que no debía entrar por la cocina así que trató de entrar por la sala. A la cuarta vez, entendió el mensaje. Sigue haciéndolo pero ya sabe que cuando lo hace, pasan cosas desagradables.
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