Entrenamiento inicial


Cuando caminas con tu pero, uno de los dos lidera y el otro sigue.  Aunque esto te parezca trivial, es muy importante para tu perro ya que para él Uds dos son una manada.  En una manada estar delante significa liderar.

Lo primero para un entrenador exitoso es tener la actitud correcta (desde el punto de vista de un líder de manada).  Si te muestras seguro de tí mismo, tu perro entenderá ese mensaje rápidamente y te seguirá.   El que va adelante es el que manda.

Cuando lo saques con su correa, no dejes que el perro te arrastre por la calle.  Eso le indica que él es el líder y él quiere que tú lo lideres.   Enséñale a esperar tus órdenes para investigar la zona y apartarse de ti.

Si corriges a tu perro cuando él está reaccionando a una distracción, él pensará que lo estás animando o que estás compitiendo por el premio.   Más bien concéntrate en lo tuyo o distráelo antes que tome control de la situación.

La palabra NO debe ser enseñada como una instrucción, no cómo una corrección.  Usar NO como castigo sólo confundirá a tu perro, que no tiene la capacidad mental ni emocional para entender el concepto de portarse mal.   Puede aprender a controlar ciertos impulsos gracias a la confianza y respeto que te tenga, pero no entenderá que algo sea malo o bueno.

Si corriges a tu perro en el medio de una acción inapropiada, él puede interpretarlo como un juego interactivo y no como adiestramiento.  Crea situaciones que te permitan corregirlo en el momento en que haga algo que no apruebas.  Si llegas tarde a algo que ha hecho, es mejor no decir nada y esperar a que se presente otra oportunidad.

Aunque suene ridículo, este concejo funciona:  castiga al objeto, no a tu perro.   Por ejemplo, si comienza a tratar de voltear macetas o a comerse las flores, castiga a la maceta o a las flores, pegándole furiosamente al objeto y diciendo "Maceta tonta!".   No mires a tu perro cuando lo hagas.   Después de varias veces, él comenzará a evadir al objeto "castigado".


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